Por Alejo Cantón, CEO de Vistage Argentina.
El mundo y nuestras vidas cambiaron con la irrupción del Covid-19. Las organizaciones debieron transformarse para seguir funcionando y se aceleraron los cambios que comenzaban a esbozar las empresas en torno a las relaciones laborales.
En tiempos de la pre pandemia, asomaban tres tendencias de cambio en las organizaciones: el avance de la transformación digital, que implica que los líderes tengan la capacidad adecuada para gestionar la adaptación de las personas a ello; la práctica de un estilo organizativo más sociocrático, es decir, un entorno coparticipativo que se puede autogestionar, autocorregir y que quedó a la vista con el teletrabajo; y el desarrollo de liderazgos de triple impacto sobre empleados, inversores y consumidores para repensar por qué al entorno le conviene que a una empresa le vaya mejor.
Todas estas aristas continúan en proceso de cambio a medida que personas y empresas se adaptan a esta nueva realidad. Los líderes, que cumplen un rol fundamental para el desempeño exitoso de los grupos, también debieron transformarse. Es por eso que el líder debe tener la capacidad de gestionar todos estos desafíos y lograr el consenso ante los posibles conflictos.
Un ejemplo de estos desafíos es la implementación del trabajo a distancia y el uso de la tecnología. Las empresas miembro de Vistage Argentina señalaron que la coordinación del trabajo remoto fue uno de los escollos que debieron surfear y al que debieron adaptarse en un brevísimo período de tiempo.
Este obstáculo se observa también de la lectura de los estudios de Vistage. Casi el 24% de los trabajadores y trabajadoras de las empresas consultadas está trabajando hoy de manera remota 5 días a la semana, mientras que otras informaron que el 20% del staff trabaja únicamente de manera presencial.
Asimismo, finalizada la emergencia sanitaria las compañías estiman que el 24% del personal no trabajará ningún día desde sus hogares y apenas el 7% podría mantener el trabajo remoto los 5 días.
Esto podría estar vinculado a que durante el aislamiento hubo personas que adoptaron tempranamente la tecnología, estuvieron los que se negaron y aquellos que en un principio no se definían. El líder debió -y aún debe- tener la sabiduría para adaptarse a estos tres públicos y motivarlos a que abracen el cambio lo más rápido posible.
Un líder también tiene que ser valiente porque a veces es necesario tomar decisiones en un escenario incierto. Debe tener la templanza para poder revertir decisiones y tener la capacidad de alentar a la organizaciones a tomar ciertos caminos aunque no sea finalmente el correcto. No hay manera de innovar sin equivocarse. Suena difícil pero una organización que no se equivoca es porque está haciendo lo que ya conoce y con ello corre riesgo de no adaptarse al nuevo mundo. Los cambios siempre producen resistencia tanto entre las personas como puertas adentro de las organizaciones. La capacidad del líder está en convencer y gestionar esos cambios..
En Vistage partimos de un modelo triangular de liderazgo, en el que la base de todo es la confianza. A uno de los lados, está la invitación a desafiarnos continuamente como equipo y animarnos a exponer lo que pensamos; el otro lado, y para complementar, está el cuidado mutuo y el acompañamiento. Cuando convergen la confianza, el desafío y el cuidado mutuo, el valor central es el crecimiento.
Este es el tipo de liderazgo que se necesita hoy: el líder debe confiar, encontrar la manera de dejar hacer y encontrar el punto justo para desafiar al equipo, motivarlos para que lleguen a su mejor versión pero sin que los miembros se sientan sobrecargados.
En Vistage, que posee 1800 miembros en Argentina, ayudamos a nuestros miembros con asesoramiento entre pares, es decir, conectamos adecuadamente a los CEO con otros CEO para que una vez al mes compartan en grupos los desafíos que surgen y escuchen diversas experiencias para hallar soluciones. Escucharse entre pares, ya sea en sus preocupaciones o experiencias siempre es enriquecedor, más aún en este contexto cambiante que exige organizaciones sustentables que crezcan en favor de las personas y del mundo.