Dinamarca es un país hecho para los ciclistas. La campiña danesa está atravesada por más de 12.000 km de carriles para bici y senderos que permiten descubrir sus relieves suaves y su naturaleza encantadora. Las distancias entre los diferentes sitios de interés y las atracciones son breves, para que no te falte nunca la oportunidad de parar y recargar tus baterías.
Dinamarca es el paraíso de las bicis. Es un país seguro, fácil de recorrer y divertido: todo lo lo que hay que hacer es subirse a una bici y cuando se comienza a pedalear, empieza la aventura.
El país a tus pies
El punto más distante del mar se encuentra a tan sólo 50 km de las playas: nunca se está muy lejos de las costas y de su encanto. Los pueblos y ciudades tienen carriles de bici seguros, donde es posible mezclarse entre los daneses y pedalear entre tiendas, bares y fiestas. Y si en algún momento llega la hora de descansar un poco las piernas, lo que se puede hacer es llevar la bici en uno de los muchos trenes que atraviesan Dinamarca.
Los daneses llevan las bicicletas en la sangre
A los daneses mismos les encanta usar sus bicis: uno de cada tres habitantes de Copenhague, por ejemplo, usa su bici para ir al trabajo cada día. Ya sea que el destino de vacaciones en bici sea Copenhague o el resto del país, se podrá vivir la gran experiencia de disfrutar del paisaje, de la cultura y de la gente de Dinamarca, sobre las dos ruedas.