Por: IARA GIAIMO –Periodista especializada en turismo-
Según el famoso dicho, preguntando se llega a Roma, y una vez allí que hacemos?
Aquí estoy yo, por amor al viaje, a los viajes y a conocer siempre historias e idiosincrasias de los pueblos, decidida a ayudarlos a descubrir que hacer y conocer en cada lugar al que “viajemos juntos” desde aquí, la sección Una vuelta por el mundo.
Ciudad eterna, Roma antigua y moderna, a cada paso presenta una propuesta única e irrepetible. Con una historia que abarca tres milenios, es cuna de una de las civilizaciones que definió la historia de la humanidad, y eso la convierte en un destino ineludible.
De todas las ciudades turísticas de Italia, Roma es la que ejerce la mayor fascinación, ya que ofrece a locales y turistas una variada propuesta cultural, turística y de ocio.
En Roma conviven pasado y presente, las diversas épocas se muestran estoicas, vigentes y complementarias creando una imagen casi mágica, sorprendente. Construida sobre 7 colinas, desde cada rincón irradia historia viva. Esas colinas han sido la base de la ciudad eterna desde sus orígenes. En ellas los primeros romanos se fueron repartiendo a lo largo de una joven Roma. Siguen siendo 7 montículos cercanos al río Tíber aunque ahora quedan sumergidos por la gran cantidad de barrios y construcciones. Cada una de ellas tiene hermosos lugares para conocer.
La ciudad se construyó en función de las 7 colinas y adaptándose a ellas. Entre colinas crearon el Foro Romano, un lugar en el que los habitantes de las diferentes alturas pudiesen reunirse y hacer vida en común. Entre colinas nació el Circo Máximo, el mayor estadio de la ciudad. Sobre colinas, como la capitolina, se dirigía y se dirige Roma. Ellas son:
1-El Palatino: la 1 de las 7 colinas
El Monte Palatino fue la primera de las siete colinas de Roma. Donde Rómulo, primer rey de Roma, fundó la ciudad en el 753 a.C. Instaló allí a su gente y convirtió el lugar en la primera residencia del primer rey romano. Por esta razón, el Palatino fue siempre un lugar casi sagrado para los romanos.
2-El Campidoglio, la colina municipal
También llamada la colina capitolina. Se situaba entre el Foro Romano, el corazón de la vida romana, y el Campo de Marte, donde los romanos principalmente hacían ejercicios militares. Siempre un papel muy importante en Roma… y aún lo tiene. En ella se construyó el Tabularium, el archivo de la ciudad. Sobre ese edificio de los archivos se edificó lo que hoy es el ayuntamiento de Roma. Es la colina ‘municipal’, dedicada al gobierno de la ciudad.
En la colina capitolina se encontraban también templos de dioses muy importantes para los romanos. Gracias a su situación, durante la república sirvió como último refugio de los romanos contra los galos. Sólo la colina capitolina, y con ella Roma, consiguió sobrevivir a ese ataque.
En la actualidad la Plaza del Campidoglio es una de las más hermosas de Roma y en ella, además, están los Museos Capitolinos. Uno de los lugares para disfrutar de las mejores vistas sobre la zona arqueológica del Foro Romano y las del cercano Tíber por otra.
3-El Aventino, la colina plebeya
La colina del Aventino se halla al sur del Palatino. Entre las dos colinas tenemos el Circo Máximo. El Aventino en sus primeros años poblada por romanos fue la colina de la plebe. Durante la monarquía romana, el rey Anco Marcio conquistó a los latinos y a los derrotados los instaló en el Aventino. Éstos, sin embargo, no tendrían los derechos del resto de romanos ni representación en el senado. Por tanto, la plebe nacía y vivía en esa colina.
Hoy en día la realidad del Aventino es muy diferente. La colina es una de las zonas de viviendas más exlusivas de toda Roma. En ella tenemos lugares tan especiales como el Jardín de los Naranjos y la Villa de los Caballeros de Malta con las famosas vistas desde la cerradura de su jardín.
4-El Esquilino, popular y festivo
La colina del Esquilino es una de las más grandes y la más oriental de las siete colinas de Roma. En ella se sitúa parte de uno de los barrios más populares de Roma, el barrio Monti. También encontramos alli una de las iglesias más importantes de Roma, la Basílica de Santa María la Mayor.
5-El Celio, remanso de paz
La colina de Celio está posicionada muy cerca del Palatino. En el lado opuesto del Campidoglio respecto a la colina primigenia y a escasos pasos del Coliseo. Una situación que la deja en el pleno centro turístico de la ciudad y, pese a ello, no es muy conocida. Algo sorprendente ya que el Celio tiene lugares preciosos como Santo Stefano Rotondo o la iglesia de San Gregorio al Celio.
6-El Quirinale, la colina del poder
Era habitada por los sabinos, un pueblo originario de la zona del Lacio que estuvo siempre en continuos conflictos con Roma. Uno de sus dioses, Quirino, da nombre a la colina. De las siete colinas de Roma, es la que se encuentra más al norte.
En la actualidad es conocida sobre todo por el inmenso Palazzo del Quirinale, la residencia oficial del presidente de la república italiana.
7-El Viminale, colina cosmopolita
Es la más pequeña de las siete colinas de Roma. El emperador Diocleciano construyó allí sus termas, cuyos restos aún se pueden visitar. Sobre estos restos construyó Miguel Ángel la iglesia de Santa Maria degli Angeli, un verdadero tesoro que junta lo antiguo con el renacimiento. Todo ello a las puertas de la maravillosa Plaza de la República. Es una zona con muchos hoteles al estar muy cerca de la Estación Termini.
Ahora que conocemos un poco más sobre su historia les compartimos los 5 lugares de Roma que no se pueden dejar de visitar.
El Coliseo
El Coliseo Romano fue el anfiteatro más monumental jamás construido en todo el Imperio Romano. De forma elíptica, tenía unas dimensiones de 188 metros de longitud, 156 metros de ancho y 48,5 metros de altura. La gigantesca superficie de juego alcanzaba los 75 x 44 metros.
Con casi 2.000 años de historia, es uno de los ejemplares mejor conservados de la arquitectura romana. Un testamento de la genialidad constructiva de los romanos.
Fue construido por el Emperador Vespasiano alrededor del 70 d.C. bajo la dinastía Flavia, de ahí que se denominara originalmente como “Anfiteatro Flavio”. Sin embargo, alrededor del siglo VIII se comenzó a popularizar como «Coliseo», debido a la impresionante estatua en bronce del Coloso de Nerón, de 33,5 mts de altura, que se encontraba a su lado y que desapareció posteriormente.
El Anfiteatro Flavio, su verdadero nombre, fue inaugurado en el año 80 d.C. en tiempos del emperador Tito. Llegó a simbolizar el poder y el esplendor de la Roma Imperial donde combatían por su vida los gladiadores, cuyas sangrientas luchas a muerte eran seguidas por cientos de miles de personas. Sin embargo, no solo albergaba combates de gladiadores, también se celebraban otro tipo de espectáculos, durante casi 500 años fue el epicentro del entretenimiento en la Antigua Roma, utilizándose también para espectáculos públicos, ejecuciones y hasta recreaciones de batallas navales. Fue declarado una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno y es el símbolo más famoso de Roma.
En su época de esplendor, el Coliseo Romano contaba con las siguientes partes: la arena, el hipogeo (estructuras subterráneas), la cávea o gradas, los vomitorio s(pasillos para evacuación del lugar) y finalmente, el velario (toldo que protegía a los espectadores del sol)
Curiosidades del Coliseo Romano
- El Coliseo de Roma no es circular como muchos piensan, ¡es elíptico! Tiene 189 metros de largo y 156 metros de ancho y de alto unos 50 metros aproximadamente. Con una capacidad, en sus inicios, de entre 50.000 y 65.000 espectadores.
- En el año en el que fue inaugurado, fueron organizados juegos que duraron 3 meses. Durante este tiempo, aproximadamente más de 2.000 gladiadores y 9.000 animales perdieron la vida.
- Si bien los cristianos enterraban a sus muertos en las Catacumbas de Roma, no se ha llegado a demostrar que cristianos fueran devorador por fieras bajo las órdenes del emperador Nerón, ya que murió en el 68 d.C, años antes de que comenzara la construcción del Coliseo.
El Vaticano
La Ciudad del Vaticano, es un estado independiente de solo 44 hectáreas ubicada dentro de Roma y tiene su propio servicio de seguridad, la ‘Guardia Suiza’.
Es la sede central de la Iglesia Católica Romana y el hogar del Papa. Los Museos del Vaticano contienen antiguas esculturas romanas, como la famosa “Laocoonte y sus hijos”, junto con frescos renacentistas en las Salas de Rafael y en la Capilla Sixtina, famosa por el techo pintado por Miguel Ángel. Desde 1929, la Ciudad del Vaticano es el centro espiritual de la Iglesia Católica. Es un tesoro de la arquitectura y el arte.
Una vez en el Vaticano no podemos dejar de recorrer sus museos, la Capilla Sixtina, la plaza San Pedro y disfrutar de su inmensa majestuosidad..
La Basìlica de San Pedro se construyó entre 1506 y 1626 sobre una iglesia de la época del emperador Constantino el Grande (324). Esta iglesia, según la tradición, contenía la tumba de Pedro. Sus dimensiones en particular (136 metros de altura y 186 x 123 metros de anchura) hacen que la basílica sea impresionante.
La plaza principal del Vaticano es conocida sobre todo por los discursos “Urbi et Orbi” del Papa en Pascuas y Navidad. Además, todos los miércoles (con buen tiempo y si el Papa está en Roma) se celebra allì un oficio religioso oficiado por el Papa.
Una de las atracciones en la Basilica de San Pedro es “La Piedad”, obra de arte de 1499 es la única firmada por Michelangelo, y se encuentra en la primera capilla lateral de la derecha. La estatua representa a María cargando a Jesús ya muerto en sus brazos.
El gigantesco baldaquino de bronce de Bernini de 1633, colocado sobre la presunta tumba de Pedro. Presumiblemente, para el revestimiento se utilizó bronce del tejado del Panteón.
Otro atractivo a destacar es la estatua de bronce de Pedro, cuyo pie se nota muy desgastado debido a que los peregrinos lo besan en masa. Esta estatua se encuentra al pie de una de las cuatro grandes columnas que sostienen la cúpula.
La tumba de Alejandro VII Chigi (nave izquierda) también es obra de Bernini. Aquí, un esqueleto dorado con un reloj de arena representa teatralmente el paso del tiempo y la muerte acercándose.
A través de una entrada independiente, se pueden visitar las criptas con los 148 mausoleos (catacumbas) de los papas.
También es posible subir a la cúpula del Vaticano, desde donde, tras 550 escalones, se podrán observar magníficas vistas de Roma y la ciudad del Vaticano casi por completo.
Foro Romano y Fontana di Trevi
Foro romano
Roma, es historia viva, recorrerla permitirá descubrirla, conocer su historia a través de sus construcciones, de su arquitectura e inclusive de sus ruinas, las que encontraremos casi, acada paso.
El Foro Romano aparece como una visión mágica frente a nosotros y de una sola vez nos nos permite remontarnos a los días gloriosos de la Antigua Roma
Fontana di Trevi
y a la cuna de la civilización occidental.
La conocida mundialmente Fontana di Trevi no fue construida con el propósito de arrojar monedas con la intención de volver a visitarla. Los romanos construían hermosas fuentes al final de los acueductos que llevaban agua a la ciudad. Asi, la Fontana, situada en el cruce de tres calles marcaba el punto de agua pura de la ciudad. Los acueductos dristribuian el agua a los baños y lugares públicos.
Via appia
Si en la antigüedad todos los caminos llevaban a Roma, el más importante de todos era sin duda la Via Appia. Su construcción fue vital para la expansión y consolidación del antiguo imperio romano hasta el punto de convertirse en uno de los símbolos emblemáticos de la República.
F
ue la primera y más conocida calzada romana. Originalmente unía la ciudad de Roma con Capua y era conocida entre los romanos como la Regina viarum o reina de los caminos.
Como muchos de los grandes avances de la humanidad, para bien o para mal, la guerra fue lo que impulsó la construcción de la Vía Appia. Solucionó todos los problemas de logística que afrontaban las tropas romanas hasta el punto que se convirtieron en una fuerza de combate imparable.
Circo Massimo
El Circo Máximo o Circo Massimo, fue el primer edificio del siglo VII aC construido en madera por el quinto rey de Roma: Tarquinio Prisco. Durante su apogeo, fue el mayor circo de la civilización El Circo Máximo fue la instalación deportiva más grande jamás construida. En la cumbre de su esplendor, se cree que estuvo completamente pavimentado con mármol y travertino.
Dos grandes obeliscos egipcios se situaban en el centro, uno de los cuales iba dedicado a Ramsés II, el cual se encuentra actualmente en la Plaza del Popolo. El otro, dedicado a Tutmosis III, que está en la Plaza San Giovanni in Laterano romana.
En el Circo Máximo no solamente se presenciaban carreras sino también “juegos” patrocinados por el Gran Cesar quien hacía simular batallas casi “reales” pero las cuales podían llegar a ser muy agresivas ya que cualquier golpe bajo estaba permitido.
Era muy común ver choques catastróficos entre carrozas, en donde hasta los mismos conductores podían morían arrollados entre las ruedas de su propia carroza. No solo ellos, ya que muchas veces también el público podía salir herido o muerto ya que algunas carrozas perdían el control y se abalanzaban sobre la multitud.
Bella Roma, ciudad eterna, una y otra vez te invita a conocerla y propone desafiante que la recorran y transiten por los lugares donde camino César.
No se la pierdan!
