No se trata de una película, una serie de TV ni de un libro, sino de una historia real, la de nuestra entrevistada quien cumplió su sueño de la infancia, viajar a lo desconocido, en su caso en particular, “culturas e idiosincrasias”.
Grisel Sandoval
Licenciada en Administración de Empresas. Profesora de YOGA
Cuando eras una nena, que querías ser cuando fueses grande?
Austronauta! definitivamente eso es lo que quería ser. Viajar y conocer siempre fue un gran sueño, un objetivo.
Recuerdo con muchísimo cariño momentos inolvidables, me veo sentada junto a mi padre, por la madrugada, mirando en televisión los lanzamientos de la NASA desde Cabo Cañaveral. Simplemente, me fascinaba, me intrigaba mucho ese mundo desconocido, saber cómo sería allí en el espacio, que habría por descubrir. No nos perdíamos ningún lanzamiento, los despegues de esas naves realmente me atraían.
Cuando llega la escuela secundaria es el momento de elegir una carrera, que sucedió?
Me enfrenté a la realidad al enterarme que uno de los requisitos indispensables para poder ser astronauta era estudiar física, que definitivamente no era lo mío, por lo cual debí dejar de lado esa idea infantil!
Allí apareció un nuevo objetivo?
La verdad es que no había descubierto cual era mi vocación, aunque solo tenía claro “viajar y conocer” era lo que quería y no sabía que carrera podría unir ambos sueños. En un momento me sentí atraída por el océano, siguiendo el ejemplo de uno de mis primos a quien yo admiraba y era mayor que yo -ahora doctor en oceanología-. Ese mundo también llamó mi atención, el contacto con la naturaleza, me encanta el mar, con todo por descubrir.
Finalmente la vida te va llevando, presentando distintas oportunidades y en mi caso creo que primó la realidad, elegir una carrera con la que me pudiese insertar en el mercado laboral y me decidí por Administración de Empresas.
Sos Licenciada en Administración de empresas?
Si, pero no fue tan rápido. Hice una parte de mi carrera en México, yo estaba de novia con un diplomático suizo, quien hoy es mi esposo y actual Embajador de Suiza en Argentina. SU país lo traslada de regreso a Suiza, así es que allí fuimos. No quería dejar de estudiar, pero tenía ganas de cambiar de rumbo, comencé a estudiar ciencias políticas en Suiza, hice un año de la carrera, pero rápidamente me di cuenta que era todo sobre política interna y no era lo que yo quería, además se me hacia muy difícil al no manejar en ese momento bien el francés , yo al mismo tiempo lo estaba estudiando y el inglés no me servía para los estudios. Finalmente cambié de carrera, ingresé a la facultad de letras e hice dos años de Filología francesa, realmente me encantó, me sentía como pez en el agua y decidí también comenzar a estudiar alemán pero… llegó un nuevo traslado, Tailandia!
Tu sueño de niña comenzaba a cumplirse, viajar y conocer?
SI, no precisamente a bordo de una nave espacial, ni a descubrir que hay en el espacio pero tuve la gran oportunidad de conocer culturas e idiosincrasias diversas que suman a mi enriquecimiento personal. Cada lugar me ha dejado muchas enseñanzas y por sobre todo entrañables amistades.
Como fue insertarse en la cultura tailandesa tan diversa a la suiza?
Increible! Es tan diferente: la cultura, la comida, la forma de vivir que es fascinante llegar, conocer, insertarse en la sociedad y compartir con ellos. Los tailandeses son muy:tranquilos y agradables. Tailandia es el país de las sonrisas y dónde tuvimos a nuestro primer hijo, así que le guardo un recuerdo muy especial. Y cuando ya te adaptaste, conociste gente y te hiciste de un grupo de amigos, te avisan que sos nuevamente trasladado, en esta ocasión a Suecia! Otra interesante sociedad, si bien mucho más similar a la suiza, cada una tiene sus diferencias y particularidades que las hacen únicas y propias. Los suecos son amables y amantes de la naturaleza. Al igual que los suizos, hacen mucho por la concientización y conservación de esta. En Estocolmo nació nuestro segundo hijo, un maravilloso recuerdo también.
Al tiempo, un nuevo traslado, estábamos muy felices ya que el destino fue México, por fin no había que adaptarse, allí estaba mi familia. Nada más llegar, decidí retomar la carrera que había dejado inconclusa. Pensé como voy a pedirle a mis hijos que estudien una carrera universitaria si no termine la mía, tenía que darles el ejemplo! Retomé mis estudios y finalmente me recibí en mi país como Licenciada en Administración.
Ya con mi título comencé a trabajar en la embajada en el área administrativa. Y como siempre en la vida de los diplomáticos, cuando ya te sentís en casa, te vuelven a trasladar. Esta vez, China!
Un nuevo destino que te hace cumplir tus sueños una vez más!
La verdad es que es cierto, y hay aún más.
China es maravilloso, poder conocer una civilización milenaria, ser testigo de su transformación y desarrollo acelerado, poder compartir con gente: con mucho sentido del humor, tan trabajadora, dinámica y emprendedora, sinceramente ha sido fascinante. Allí un episodio cotidiano hizo que yo conociera mi gran pasión por el yoga! Tuve un problema crónico de rodillas, era tanto el dolor que en casa, mi esposo debía llevarme en brazos para subir y bajar las escaleras. Me sugirieron que el yoga podría ayudarme y así comencé en ese maravilloso mundo que me atrapo desde el comienzo.
En China yo trabajaba parcialmente en el consulado general y tenía tiempo para realizar otras actividades. Estuve 3 años practicando, capacitándome en yoga y cuando era el mejor momento, siempre aparece un nuevo traslado que en esa oportunidad nos llevaría a Arabia Saudita!
Como en cada caso, es llegar a un nuevo país y volver a empezar de cero, volver a relacionarte con la gente, comenzar a aprender sobre sus costumbres, entender su idiosincrasia, etc. etc. Al comienzo estuve muy deprimida allí porque en China formaba parte de una comunidad de yoga, y sabía que en Riad el yoga estaba prohibido. Encima tenía muchos estereotipos negativos con respecto a los usos y costumbres de los saudíes. Finalmente, descubrí que la vida allí era mucho menos dura de lo que creía. La fachada de la sociedad es severa e intransigente, pero la vida privada es muy distinta. De puertas para adentro, el comportamiento de la gente es más parecido al de los occidentales de lo que uno pudiera imaginar. Al fin, apareció un lugar donde dictaban clases de yoga e incluso hice mi profesorado de yoga. Me sorprendí muchísimo al conocer más profundamente sobre esta cultura, su historia, su forma de vida y el porqué de ella. La verdad es que uno a veces tiene conceptos equivocados, por ignorancia, por no estar allí compartiendo el día a día, y Arabia fue sin duda una gran sorpresa y una experiencia altamente enriquecedora. Gente sumamente hospitalaria, amorosa y alegre, les encanta bailar. Muchos hablan perfectamente el inglés, así que tuve mucho menos problemas de comunicación que en Shanghai!
Y nuevamente aparece un traslado!
Así es la vida del diplomático, esta vez nos trajo a la Argentina! Llegamos hace más de un año, estamos como en casa, es lo más parecido a vivir en México. La gente es linda, muy cordial, el país extraordinario, más viajamos más realizamos que este país es único! La verdad es que estamos encantados y yo siento que estoy cerrando un círculo ya que mi nombre Grisel es el nombre de un viejo tango. Era mi destino el venir a Buenos Aires!
Aquí no requieren de refuerzos administrativos en la embajada por lo cual, en este momento me dedico a la práctica y enseñanza del yoga. Y como en cada puesto, asistir a mi esposo en todo lo que requiera de mi colaboración y coordinación de recepciones y eventos en la residencia, así como de mi presencia en los numerosos eventos oficiales a los que somos invitados.
La verdad es que si no me hubieses preguntado que quería ser cuando era pequeña, jamás podría haberme dado cuenta de que ese sueño de la infancia, “viajar y conocer” se me había cumplido, y se seguirá cumpliendo!
Que es el éxito para vos?
Es hacer lo que te hace feliz, ya sea tu carrera, hobbie, familia, Y si encima podes ayudar a los demás es éxito completo.
Hay alguna frase que te acompañe siempre?
Ser Fuerte como el roble y flexible como el bambú! Es una frase china con la que me siento identificada. En mi vida la constante ha sido el cambio y la adaptación. Lo que me hace reflexionar en: el respeto y la tolerancia hacia las demás culturas.
Te propongo una mano de nuestro Póker de Ases
Actualizarse Ha sido una constante en mi vida, soy como el eterno estudiante, me encanta aprender, soy curiosa en el sentido de sumar conocimiento y estar actualiza siempre.
Planificar: E n mi caso a corto plazo, por el lapso que sabemos que estaremos en cada lugar. Planifico según el lugar al que llegamos y de acuerdo a las necesidades.
Feedback: Creo que uno llega abierto para dar y recibir, yo tomo las cosas como son y no las juzgo, trato de aprender, de aceptar, de compartir y eso genera una buena devolución de la otra parte. El ser solidario, inclusivo, hace la diferencia y logra esa devolución, ese ida y vuelta que se torna interesante, que posibilita la retroalimentación.
Delegar: Me siento identificada con la palabra, para poder hacer todo lo que uno hace por día tiene que delegar, tiene que dejar en manos de otros el hacer cosas, resolver, ya que uno no puede estar cubriendo todas las áreas al mismo tiempo.
Actitud: Es la predisposición para hacer algo, es una cualidad que te permite pararte frente a las cosas. En mi caso no dejo pasar la gran oportunidad que me brinda esta vida diplomática de poder sumar aprendizajes positivos constantemente.
Como en la mejor historia de cuentos, el sueño más anhelado se convirtió en realidad sin necesidad de formar parte de una misión espacial a lo desconocido. Bastaron las ganas, el hacer su propio camino al andar y transitar con optimismo y actitud cada nuevo desafío que simplemente la llevaría a poder decir “misión cumplida”.
