El 22 de febrero de 1904 se tomó posesión e izó la bandera argentina en el Observatorio Meteorológico en la Isla Laurie, Orcadas del Sur, luego llamada Base Orcadas. A partir de este acontecimiento, la Argentina mantiene una presencia permanente e ininterrumpida en el continente antártico desde hace 119 años.
Nuestra presencia ininterrumpida en el terreno sería única por casi 40 años e implicó la consolidación de la vocación antártica nacional y el inicio de una verdadera política de Estado con respecto a la actividad de la Argentina en la Antártida. Este año el acto en conmemoración del Día de la Antártida Argentina será encabezado por el presidente Alberto Fernández en la base Marambio, un momento histórico que no sucedía desde hace 26 años.
Bajo la órbita de la Cancillería, el Instituto Antártico Argentino (IAA) lidera, desde su creación en 1951, los avances científicos sobre el continente, incrementando el conocimiento de la región y dando así mayor sustento a nuestra reivindicación territorial. Fue el primer instituto científico a nivel mundial dedicado exclusivamente a la investigación antártica que planifica, coordina, ejecuta y controla los proyectos científicos de nuestro país en la Antártida. Esta actividad cuenta con el apoyo logístico del Ministerio de Defensa a través del Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR).
La ciencia antártica argentina constituye el eje central de nuestra política antártica y la actividad científica contribuye a nuestros derechos de soberanía en la Antártida.
A partir de la firma del Tratado Antártico, en 1959, la Argentina consolidó también su rol como actor central del acuerdo internacional que reserva el continente para la paz y la cooperación internacional, y resguarda adecuadamente -en su Artículo IV- nuestra reivindicación soberana sobre el Sector Antártico Argentino. A su vez, ratificó su compromiso con la protección del medio ambiente antártico cuando en 1991 firmó el Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente, que vela por la protección de los ecosistemas antárticos y, entre otras cosas, prohíbe la explotación minera en el continente antártico.
La Argentina, asimismo, ostenta un papel protagónico dentro del Sistema del Tratado Antártico que rige toda la actividad dentro del continente, fruto de una ardua labor diplomática, científica y logística. Desde 2004, la Secretaría Ejecutiva del Tratado Antártico tiene su sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
A su vez, mediante acuerdos de cooperación internacional con programas antárticos de otros países la Argentina busca potenciar las capacidades científicas nacionales. Así, nuestro país reafirma hoy su compromiso con los principios básicos de mantenimiento de paz, cooperación científica internacional y protección del medio ambiente antártico. El compromiso ambiental argentino se demuestra con la propuesta presentada junto a Chile de creación de un Área Marina Protegida en la Península Antártica que tiene como objeto la conservación del ecosistema marino antártico.
Desde hace más de 119 años la “Argentina Antártica” se fortalece a través de la actividad científica y la protección del medio ambiente por parte de científicos y científicas del Instituto Antártico Argentino, el despliegue logístico a cargo del COCOANTAR y la diplomacia especializada de nuestra Cancillería, que tiene a la Dirección Nacional del Antártico (DNA) a cargo de la programación, planeamiento, coordinación, dirección, control y difusión de la actividad antártica argentina.