Recuerdos que son huellas de “alegrías y tristezas” atesorados en el alma y compartidos para sanar
DNN tuvo la oportunidad y el privilegio de entrevistar a Delfina Lopes Texeira, escritora, esposa de Hermínio Escórcio, actual embajador de Angola en Argentina y por sobre todo una mujer fuerte, segura y decidida que no se ha dejado vencer ni amedrentar por las situaciones más difíciles y adversas que le han tocado transitar.
Delfina nació en un pequeño pueblo, Golungo Alto de la provincia de Kwanza Norte en Angola. Desde muy pequeña comenzó un viaje que la alejaría de sus padres siendo muy pequeña, posteriormente la llevaría a recorrer distintos países del mundo y le permitiría ser la protagonista de una historia que ha decidido compartir a través de su libro “Cuando se liberan los recuerdos” que presentará en breve, el 23 de abril del corriente, en Buenos Aires, Argentina.
Tu historia de sacrificios comienza a los 5 años. A pesar de que eras muy pequeña tenés ese recuerdo muy presente?
SI, ese recuerdo comenzaba a marcar mi vida, cuando tenía 5 años mis padres me enviaron a la capital del país para que pudiera ir a la escuela ya que en dónde nací no había posibilidades de estudiar. Así, con 5 años me separé de ellos, fui a vivir a la casa de una tía que me trató muy bien, me envió a la escuela, era muy buena conmigo pero yo extrañaba a mis padres, quería estar con ellos y sinceramente no entendía por que me habían enviado lejos. Lo sufrí realmente mucho, después con el tiempo y con todo lo que sucedió en mi vida lo entendí.
Debe haber sido difícil también para tus padres separarse de vos cuando eras tan pequeña, pero sin dudas lo hicieron para que pudieras estudiar y darte la posibilidad de hacer tu camino, trabajar, progresar…
Sin dudas, esa ha sido la intención, pero a mi me enseñó mucho más que lo que aprendí en la escuela, me enseñó a empezar a aceptar el sufrimiento para llegar al objetivo. Después de haber estudiado yo trabajé en administración durante varios años, y fui ascendiendo, llegué a ser jefe de Departamento de los Servicios Administrativos del Ministerio de Comercio Externo y también fui directora de gabinete del ministro. Aunque el mayor trabajo que he tenido en la vida fui ir adaptándome, aceptando momentos muy difíciles para poder luego superarlos.
Por que hablas de aceptar el sufrimiento?
La historia de mi vida está sin dudas absolutamente relacionada a la de mi esposo. Me casé con el, fuimos papás y a los 29 días de nacer nuestro primer hijo se lo llevaron detenido, en esos momentos Angola atravesaba la guerra de la independencia, fue un conflicto largo, mi esposo estuvo detenido cerca de 9 años, inclusive lo enviaron durante dos años al desierto, sin alimentos, sin nada. Yo me quedé sola con mi hijo, trabajando para salir adelante y por supuesto siempre esperándolo, siempre que podía, que me autorizaban iba a llevarle mi calor humano, provisiones para que pudiera resistir. Tuvimos 2 hijos, mi esposo fue liberado y continuó en la política. Siempre se reunía con políticos, hablaba de política a toda hora y así fue que comenzó su vida diplomática y los viajes para representar a nuestro país y yo dejé todo para acompañarlo.
Demostraste ser una mujer muy fuerte, saliste adelante sola mientras tu esposo estaba detenido pero finalmente dejaste todo para acompañarlo en su carrera. Ahí es cuando nace tu vocación por escribir?
Sinceramente no, jamás pensé que iba a escribir, no estaba en mí hasta que diferentes sucesos hicieron que aparezca esa necesidad de expresarme por medio de relatos.
Con la vida diplomática de mi esposo empezamos a viajar, estuvimos en diferentes países y el que más me gustó por ser absolutamente exótico para mi fue Egipto, allí estuvimos durante 12 años, y paradójicamente el lugar que más me gustó fue donde me enfermé. No estuve sola, siempre estuve acompañada por mi madrina, quien hoy ya no está pero me acompañó y ayudó mucho. En esos momentos, durante mi recuperación fue que conocí una doctora que me sugirió la meditación y con ella llegaría mi faceta de escritora.
Aprendí ejercicios de relajación, aprendí a respirar, a meditar y allí comenzó esa necesidad de exteriorizar de alguna forma mis sensaciones, escribir fue una terapia, llegaban las ideas, las palabras que puestas en papeles, primero fueron poesías, y luego llegó éste libro, es el 5° que publico, y es mediante el cual dejo salir todos los recuerdos y los comparto.
Encontraremos todos los sucesos de tu vida, alegrías y adversidades en el libro?
Solo la primera parte, ya estoy escribiendo la segunda!!
Has vivido muchos años de sufrimiento y los has sobrellevado así, aparentemente asumiéndolos como una enseñanza y sin rencores que a través de tu relato en primera persona compartís desde tus textos. Considerás que cumpliste el objetivo que tenías en mente cuando te casaste?
Formé mi familia, trabajé, acompañé a mi esposo, y desde hace un tiempo comparto mis sentimientos y sensaciones con quienes leen mis libros. Creo que si, que he cumplido mi objetivo.
Creo interpretar que tus libros además de permitirnos conocer tu historia nos dejarán también una enseñanza!
Eso espero, es mi legado, por eso decidí liberar los recuerdos y compartirlos, no para que sean ejemplo, sino para que sirvan de inspiración y para comunicar lo importante que es el respeto por el otro.
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DNN agradece a Delfilia Isabel RIvera y Arturo Díaz Aceituno sus gestiones y colaboración para hacer posible la realización de la entrevista.