Cafiero agradeció a Cimoli la designación para presidir el nuevo período de sesiones y consideró que “nuestro país puede hacer un importante aporte con el objetivo de impulsar la agenda que lleva adelante la CEPAL y contribuir así al desarrollo económico de América Latina y el Caribe, reforzando las relaciones económicas entre los países de la región y con las demás naciones del mundo, a través de una visión que promueva el desarrollo social”.
El Canciller puntualizó que nuestro país otorgará especial énfasis, durante su presidencia pro témpore, “a la promoción de la transición hacia energías renovables, el desarrollo de cadenas de valor a nivel regional en torno al litio, la economía del hidrógeno, mediante la identificación de proyectos, la búsqueda de fuentes de financiación y la cooperación en temas de planificación energética regional”.
También consideró oportuno incorporar a la temática el tratamiento de la economía del hidrógeno e impulsar a nivel regional el intercambio de información y la labor conjunta en materia de reglamentación, certificación de estándares internacionales, elaboración de guías de buenas prácticas y la promoción de estudios conjuntos entre universidades.
Cafiero afirmó que, en consonancia con los objetivos de la CEPAL, Argentina posee el compromiso de impulsar una agenda regional renovada que mejore las perspectivas para una región que comenzó esta década con desafíos que requieren mejorar la inclusión social, las expectativas de crecimiento económico, la infraestructura física y el nivel de inversión.
Sobre el final, el canciller enfatizó que nuestro país ejerce este año, además, la presidencia de la CELAC, y mantendrá entre sus prioridades la continuidad a las acciones iniciadas en conjunto con CEPAL, en referencia a las acciones contra los desastres naturales y al Plan de Autosuficiencia Sanitaria, donde se destacan las iniciativas vinculadas a la compra, desarrollo y acceso equitativo de vacunas y medicamentos esenciales.
La CEPAL es una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas y se fundó para contribuir al desarrollo económico de América Latina, coordinar las acciones encaminadas a su promoción y reforzar las relaciones económicas de los países entre sí y con las demás naciones del mundo. Posteriormente, su labor se amplió a los países del Caribe y se incorporó el objetivo de promover el desarrollo social. Los 33 países de América Latina y el Caribe son miembros de la CEPAL, junto con algunas naciones de América del Norte, Europa y Asia que mantienen vínculos históricos, económicos y culturales con la región. En total, los Estados miembros son 46, y 14 los miembros asociados, condición jurídica acordada para algunos territorios no independientes del Caribe.