El Gobierno argentino a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto participó de la reunión de coordinadores nacionales del Mercosur mediante una videoconferencia realizada en la tarde de hoy.
La República Argentina señaló que la integración no es sólo un mandato de la geografía y de la historia sino parte de nuestro presente y de nuestro futuro.
Allí sostuvo que la integración regional es una forma de afrontar la pandemia global y sus consecuencias económicas y sociales. Es imperiosa en un mundo en el que los organismos internacionales predicen la caída del PBI en los países de mayor desarrollo, una disminución brusca del comercio global de hasta un 32% y un impacto imprevisible en la sociedad.
También indicó que en “su política interna la Argentina se previene de los efectos de la pandemia mientras protege las empresas, el empleo y la situación de las familias más humildes”. Lo hace a diferencia de las posiciones de algunos socios, que plantean una aceleración de las tratativas hacia acuerdos de libre comercio con Corea del Sur, Singapur, Líbano, Canadá y la India, entre otros.
La Argentina dejó en claro que la incertidumbre internacional y la propia situación de nuestra economía aconsejan detener la marcha de esas negociaciones.
También afirmó ante sus socios que en este escenario el Gobierno argentino seguirá acompañando la marcha de los acuerdos del Mercosur con la Unión Europea y la EFTA (European Free Trade Agreement), sin entrar en debates por ahora estériles.
Esta posición, transmitida a los socios del Mercosur, no surge de un capricho sino de una visión sobre el modo de fortalecer las relaciones con las naciones del bloque regional: la hermandad no sólo es noble sino potente, y se funda en la reconstrucción del tejido social y productivo de nuestros países.