En las relaciones internacionales, la asistencia humanitaria es la expresión humana de la solidaridad, la cooperación y la sensibilidad con quienes necesitan o tienen una carencia ante un drama político, social o económico que los deja desprovistos de todo, y es algo concreto que la gente agradece, más allá de los grandes temas que podamos debatir. Estas acciones de solidaridad internacional son las que debieran iluminar gran parte de los objetivos de cualquier política exterior”, afirmó el Canciller Jorge Faurie en el Palacio San Martín al dejar inaugurada la IX Reunión de los Mecanismos Internacionales para la Asistencia Humanitaria (MIAH).
Junto, entre otros, a la Directora Adjunta de la División de Operaciones y Abogacía de OCHA (la oficina de la ONU para los temas humanitarios) Lynn Hastings; y el embajador Alejandro Daneri, Presidente de la Comisión Cascos Blancos, Faurie explicó que “la asistencia humanitaria, a través de los diferentes mecanismos reunidos aquí, es un tema que ha escalado mucho en importancia en la agenda internacional. La Argentina tiene una aquilatada trayectoria a través de los Cascos Blancos, que hace más de 25 años trabajan bajo el paraguas de la ONU y han dado muestra muchas veces de que se puede dar una ayuda rápida y eficaz en los más diversos escenarios”.
Faurie enfatizó que “la ayuda humanitaria es de enorme significación en crisis como la que estamos viviendo en América del sur y América Central con la situación en Venezuela, que ha generado una emigración que se calcula que a fin de año llegará a más de 5 millones de venezolanos, que con profundo dolor están dejando su país porque sienten vulnerados todos sus derechos, no sólo los civiles y políticos, porque la dimensión de esta crisis es tal que falta lo más esencial como alimentos, acceso al agua o medicamentos. Los países de la región tenemos mecanismos de diálogo y contención porque esta emigración nos ha traído consecuencias”.
“El Presidente Macri ha sido muy claro desde un comienzo y ha dado instrucciones muy precisas con todo el trabajo que han hecho los Cascos Blancos en Cúcuta, cuya misión desde el año pasado dio atención primaria a 5 mil pacientes. Además la Argentina se sumó al buque hospital de los EE.UU con un team de 13 profesionales que ayudó en zonas de Ecuador, Perú y Colombia, donde atendieron a 26 mil pacientes e hicieron muchas cirugías. Otro equipo coordinó y reunió ayuda en medicamentos, y a su vez en la Cancillería hemos creado una Unidad de Gestión para el apoyo a la reconstrucción de Venezuela que está captando donaciones y así paliar esta situación que nunca antes había conocido América del Sur y Central en esta magnitud”.
Con la presencia también del Jefe de la Oficina Regional para la Coordinación de Asuntos Humanitarios para América Latina y el Caribe, Rein Andre Paulsen, Faurie puso de relieve que “esta reunión servirá para compartir prácticas y experiencias, avanzar en la prevención y de esta manera lograr una ayuda mejor y más eficiente. Es un desafío que pone a prueba nuestras capacidades en materia de infraestructura y de cómo reaccionamos coordinadamente ante las emergencias, y al mismo tiempo ratifica el valor enorme de la ayuda humanitaria en escenarios de guerras, migraciones o catástrofes naturales”.